Con esta consigna una multitud se movilizó durante la jornada de paro activo que convocó la Multisectorial por la Paz para demandar que el gobierno adopte medidas efectivas para desescalar la violencia que golpe a Rosario y su zona.
“No queremos más policía, no queremos más represión, queremos trabajo y educación” fue la consigna que de forma espontánea se unificó entre quienes participaron de la multitudinaria movilización que, el jueves pasado, unió la rotonda ubicada en la intersección de Oroño y Pellegrini con Plaza San Martín, convocada por la Multisectorial por la Paz para demandar que el gobierno adopte medidas efectivas para desescalar el clima de violencia que atraviesa a Rosario y su zona.
Aunque el paro de colectivos que tuvo lugar ese día fue un obstáculo para que muchas personas pudieran llegar hasta el punto de la cita, la marcha fue multitudinaria y en ella se convocaron alrededor de treinta mil personas. Ahí estuvieron organizaciones sociales, políticas, estudiantiles, religiosas y vecinales, así como clubes de barrio y sindicatos entre los que se destacó Amsafe y, por supuesto, La Violeta que actúa en el sindicato docente.
La jornada, coincidido con la escalada represiva perpetrada en Jujuy y el paro nacional convocado por Ctera a raíz de esto. “Dimos también un rechazo rotundo a la represión de Jujuy, con todo lo paradigmático y metafórico que puede llegar a ser lo que pasó en esas tierras, donde Manuel Belgrano hizo su gesta patriótica y ahora se ve a Morales avanzando con un proyecto que es conservador y tiene mucho de neocolonial” sostuvo desde La Violeta, el responsable de la Conat rosarina, Víctor Hugo Castañeda.
Tras participar en la marcha, Castañeda celebró la amplia representatividad que tuvo la movilización y destacó la vigencia de la consigna que platean Amsafé y Ctera, cuando demandan que la escuela debe constituirse como un territorio de paz. En este sentido, insistió con que es preciso que el Estado sea el que intervenga para garantizar que esto sea posible, “pero desde un planteo de la seguridad que no tiene nada que ver con la mirada de carácter punitivista que postula que la solución pasa por poner más policía en la calle”.
Y sobre esto puso como ejemplo a los escenarios que ese tipo de mirada construyó en Colombia y México, donde “sólo lograron que se dispararan los índices de criminalidad”, pero también argumentó que en Rosario la profundización de este tipo de abordaje estatal sería muy peligrosa, ya que existe una abierta connivencia entre la policía y organizaciones delictivas. “Saben donde están los desarmaderos y los bunker de venta de droga, pero conviven con esa situación”, lamentó.
¿Pero cuál es el telón de fondo que tuvo la jornada de paro y movilización convocada por la Multisectorial por la Paz? A riesgo de ser muy esquemático, vale decir que queda claro que el contingente de 1500 agentes federales enviado en marzo a Rosario no consiguió frenar la escalada de violencia que en lo que va del año ya dejó un saldo de, al menos, 150 personas asesinadas en una ciudad que como lo describe el titular del Partido Comunista local, Norberto Champa Galiotti, “está siendo colonizada por el crimen organizado” que deriva de un esquema que incluye a las fuerzas policiales.
Pero también que en este río revuelto la derecha hace su negocio intentando imponer un discurso punitivista que, mientras oculta la responsabilidad que en esta situación tiene la clase capitalista que actúa en la región, pretende homologar a la protesta social con el crimen organizado ¿Y qué hace el gobierno en medio de este berenjenal? Por medio de su ministro de Seguridad, Claudio Brilloni, convoca a los equipos técnicos de seguridad de las fuerzas que disputarán las próximas elecciones provinciales para que, tal como señaló el gobernador Omar Perotti, “el tema seguridad no sea una chicana de campaña”.
Pero lo que puede ser un buen intento para la foto, aparece como de dudosa efectividad a la hora de aportar soluciones concretas a una situación que se padece fundamentalmente en algunas zonas de la periferia rosarina. “En vez convocar a la Multisectorial, a los sindicatos, al mundo social, la clase obrera y el estudiantado a discutir y constituir ámbitos y respuestas a este problema, el ministro convoca a los ‘expertos en seguridad’”, recalcó Castañeda y lamentó que la actual gestión insista con “buscar una respuesta técnica, en vez de hacer un abordaje político con un carácter social, popular y participativo”.
¿Qué pasa por abajo?
Pero aunque el gobierno insista en recorrer el mismo camino que llevó hasta la actual situación, el dato auspicioso es que por abajo, algo se está moviendo y de esto habló con elocuencia la jornada de paro activo convocada por la Multisectorial por la Paz.
“Se pretende constituir y seguir avanzando en esta idea”, remarcó Castañeda y añadió que es preciso “una amplia movilización para seguir fortaleciendo el ámbito de la Multisectorial por la Paz sumando a más actores del movimiento social, popular, obrero y de iglesias”.
Y, en esta dirección, anticipó que se trabaja para “caminar hacia la construcción de una nueva jornada que tenga estas características”, ya que “lo que se está generando es la posibilidad de poder impulsar una propuesta de agenda popular que tenga que ver con estos temas”, en un escenario en el que el 16 de julio Santa Fe va a las Paso y el 10 de septiembre tiene que definir quiénes serán las próximas autoridades ejecutivas y legislativas en la provincia y municipios.
“Sabemos que los candidatos de Juntos por el Cambio son parte del problema, porque fueron parte de la gestión anterior y tenemos claro cuál es el horizonte de sus propuestas, ya que acaban de explicitarlo en Jujuy”, alertó el titular de la Conat rosarina y fue contundente cuando dijo que “el movimiento popular necesita la mayor articulación de todos sus miembros para impulsar una agenda y una propuesta para estos temas que afectan regionalmente” por lo que “como PC, Conat y MTL venimos trabajando intensamente con nuestras propuestas para estos debates”.
Así las cosas, tras el hito que significó la jornada de paro activo que convocó la Multisectorial por la Paz, la tarea es seguir multiplicando incesantemente en el día a día, sobre todo en los barrios donde el problema de la inseguridad pega con más dureza.
“Es preciso construir este enfoque de las escuelas como territorio de paz”, insistió Castañeda y aclaró que esto es algo que involucra a la comunidad educativa en su conjunto. “Se necesita abordar el tema de la seguridad pública”, pero es preciso tener en cuenta que “tenemos un entramado del Estado, por medio de la policía, completamente vinculado al narcotráfico y por eso para poder cambiar esta situación tiene que haber una instancia de poder político en la institución policial, las comisarías deberían ser dirigidas por personal civil y que sus titulares elegidos por la comunidad por medio de elecciones directas, lo que podría desarticular la relación que hay entre policía y delito”. Y, en esta dirección, hizo hincapié en que “desde nuestra perspectiva estas son las discusiones inherente a las bases para la construcción de poder popular”, de ahí que “bregamos por la necesidad de crear y fortalecer este tipo de ámbitos”.