Se viene una nueva Marcha Federal Universitaria. El gobierno Milei quiere traspasar el financiamiento de las universidades de Nación a las provincias. “No buscan garantizar la independencia a las universidades, sino vaciarlas y arancelarlas", dijo el responsable del MUI en la UNQui y miembro de la dirección de La Fede de la provincia de Buenos Aires, Agustín Rigo.
Ayer jueves, unánimemente, los gremios que representan a los trabajadores de la Universidad rechazaron la oferta de recomposición salarial del 5,8 con un adicional de uno por ciento pagadero el mes que viene, que hizo la cartera de Capital Humano que tiene a su cargo la degradada área de Educación. Sobre la propuesta gubernamental, Conadu Histórica fue clara al definirla como una “falta de respeto”, al tiempo que advirtió que se trató de un intento de “manipulación frente a una marcha que va a ser grande”.
Así las cosas junto a Fedun, Conadu, Fatun y Fagdut, Conadu Histórica ratificó su participación en la jornada que, el miércoles venidero, va a convocar a una nueva Marcha Federal Universitaria para la que desde el claustro estudiantil ya se vienen calentado los motores en una previa que también estuvo atravesada por la versión que dejó trascender La Rosada de que, a instancias de una iniciativa de Santiago Caputo, se estaría trabajando en un proyecto tendiente a traspasar las universidades a las provincias.
Esto nada tiene de original. Ya durante la Presidencia Menem, fueron traspasadas a las órbitas provinciales los niveles primario y secundario de la Educación, así como buena parte del sistema de Salud y los resultados fueron catastróficos. Pero en este caso todo podría ser peor, ya que si prospera esa iniciativa, se va a dar en un entorno en el que las arcas provinciales vienen sufriendo un serio estrés a raíz del retaceo en la entrega de fondos coparticipables y de la suspensión del giro de dinero, como el destinado por ley para ayudar a sostener el transporte público de pasajeros y al propio sistema educativo.
Por eso es que, en este contexto la adopción de una medida como la que estudia el gobierno, impondría de facto un esquema de universidades de primera y de segunda, ya que quedarían atadas a las posibilidades de financiarlas de estados provinciales que por más buena voluntad que tuvieran (¡si la tuvieran!), probablemente en alguno casos no tendrían con qué hacerlo. Y esto, a la larga o a la corta, podría comprometer también y seriamente la propia autonomía universitaria.
“La provincialización de la educación superior no tiene que ver con un intento para garantizar mayor acceso o independencia a las universidades, sino que tiene como objetivo vaciarlas”, advirtió el responsable del MUI en la Universidad Nacional de Quilmes (UNQui), Agustín Rigo, quien además es integrante del Secretariado Provincial de La Fede bonaerense.
“Esta maniobra tiene como objetivo que las universidades de mayor volumen, por estar concentradas en los grandes núcleos urbanos, sean las únicas que puedan sostenerse”, aseveró Rigo y alertó que en la contratacara de esta moneda van a quedar “las que están en provincias con menor densidad poblacional o aquellas en las que se dictan carreras con menos alumnos, que se quedarán sin recursos rápidamente, aunque sean estratégicas como pueden ser Ingeniería Nuclear o Física que son claves para el país y su desarrollo soberano”.
Y, en tal dirección, hizo hincapié en que “la provincialización de la educación superior también tiene por finalidad que las provincias más vulnerables y con menos capacidad económica, tengan que dedicarse sólo al desarrollo de materias primas o a trabajos no profesionales”. Pero asimismo denunció que la aplicación de esa medida “sería el primer paso para avanzar hacia el arancelamiento de la Universidad”.
El miércoles a las calles
Con este telón de fondo se prepara la jornada del miércoles que viene con una movilización para la que ya, entre otros, comprometieron su presencia las dos CTA y una parte de la CGT. “Es importante aclarar que hay una diferencia entre esta segunda marcha y la del 23 de abril”, puntualizó el referente del MUI de la UNQui y sostuvo que la primera Marcha Federal Universitaria, “se convocó con una consigna principal sobre la actualización de los gastos de funcionamiento de la Universidad, pero ahora el eje está puesto en los salarios de docentes y no docentes, que están en un estado paupérrimo porque no son actualizados desde diciembre de 2023 con una inflación acumulada superior al doscientos por ciento”.
Por eso es que “con el actual gobierno y en medio de un proceso de exacerbación del individualismo que atraviesa a toda la sociedad, esta convocatoria tiene un doble desafío”, ya que “la reivindicación del tema salarial es algo que al estudiante que no está politizado no le toca tan de cerca, porque quizás no comprenda que además de ser justo que docentes y no docentes cobren debidamente, ese es un tema que afecta a todo el funcionamiento de la Universidad”.
De ahí que “estamos ante un doble desafío desde el claustro estudiantil, cuya resolución va a depender de cómo nosotros lo abordemos y la capacidad que tengamos para despertar en los estudiantes una empatía con los docentes y no docentes”, reflexionó y resaltó que “de todos modos la convocatoria se está moviendo, todos los claustros de la comunidad universitaria estamos articulando y nos organizamos muy bien para trabajar el conflicto de este momento, por lo que creo que la del miércoles va a ser una convocatoria masiva”.
Días atrás la ministra Sandra Petovello ratificó que Javier Milei va a vetar la Ley de Financiamiento Universitario, lo que abre un escenario en el que nuevamente va a ser el Congreso quien tenga la llave para revertir esa situación, claro que para eso deberá sumar dos tercios de voluntades ¿Puede ser capaz la Marcha Federal de mover el amperímetro de algunos diputados, para que en lugar de agarrar La Banesco sumen a la hora de garantizar el número que hace falta para dar vuelta el veto?
“Esperemos que sí”, dijo Rigo pero añadió que “de todos modos el veto va a ser efectivo, porque hay una política de agresión directa por parte del gobierno nacional hacia las universidades”. Y tras recordar que la movilización del 23 de abril “les torció el brazo”, evaluó que “cuando el tema son los salarios docentes la cosa es diferente, porque se conectan dos cosas que el gobierno quiere combatir: la universidad pública y la organización obrera”.
Por eso es que, en esta ocasión, “la batalla contra los poderes concentrados económicos, que es lo que se manifiesta en esta lucha, va a ser más complicada que en abril, pero esperemos que la movilización logre que algunos diputados reflexionen”, ya que “los salarios docentes son una de las variables del conflicto, pero el avasallamiento de la Universidad tiene varias dimensiones como la que hace al financiamiento de la investigación, las becas estudiantiles de apoyo económico y lo que cuesta ir a cursar en el actual contexto de inflación”. Por eso, recalcó Rigo, “debemos resolver con urgencia el tema salarial, pero inmediatamente después hay que seguir en el combate, porque a la universidad pública la están atacando en todos los frentes”.