“La principal tarea es impedir que se consolide el gobierno que recién asume y para eso los comunistas no podemos escatimar esfuerzos ni ideológicos, ni políticos, ni culturales” dijo Federico Nanzer, del Comité Central del PC, luego del discurso de asunción presidencial que brindó Javier Milei en las escalinatas del Congreso.
Con un fuerte discurso que inaugura un nuevo ciclo de entrega, saqueo y represión en el país, Javier Milei anticipó los ejes de su programa de gobierno: hiperinflación, licuación del poder adquisitivo del salario y las jubilaciones y destrucción de las capacidades interventoras del Estado en la economía. “Milei asumió la presidencia con un discurso ultraliberal y anunció la implementación de un programa económico que refleja esa orientación política e ideológica”, sintetizó Federico Nanzer, del Comité Central del PC. “El discurso estuvo fundado en una visión filosófica libertaria y en sintonía con un modo de producción económico internacional de características anarco-capitalistas” señaló Nanzer y amplió: “si hay que ponerle nombre y apellido a esta ideología es BlackRock y los fondos buitres”. El dirigente del PC fue claro al indicar que Milei “representa lo más salvaje del capitalismo financiero, a esos grupos que consideran a los Estado Nación como una barrera que les impide avanzar con sus objetivos económicos y con la apropiación de los recursos naturales del planeta”. En ese sentido, remarcó que “hoy asumió el presidente de las grandes corporaciones y de los fondos buitres, un representante de ese capitalismo promovido por Elon Musk, dueño de X y de Tesla”. Respecto a las consecuencias de las políticas que anticipó el nuevo presidente en su discurso, Nanzer ejemplificó: “en Libia tenemos un antecedente de qué es lo que sucede cuando los fondos buitres se quieren quedar con un país”. De acuerdo a la interpretación del referente comunista, “el tono y el sitio desde donde se pronunció el discurso presidencial anticipa claramente lo que se viene”. Al respecto, puntualizó Nanzer, “Milei le dijo a la asamblea legislativa, integrada por diputados y diputadas, senadores y senadoras elegidos democráticamente por el voto directo del pueblo, que no los necesita para gobernar”. Luego, “hizo hincapié en la Generación del 37, de Alberdi y Echeverría, los próceres del liberalismo y de la Argentina agroexportadora, lo que habla a las claras para qué sectores económicos va a gobernar”. En ese sentido, valoró que “con su alocución, Milei fue claro de dónde viene, adónde se para y hacia dónde se dirige”. Sin embargo, “el anuncio del programa económico se basó en una denuncia sumamente mentirosa sobre la situación, dura y complicada, del país”. Para Nanzer, “el programa expuesto por Milei expresa la política clásica del liberalismo argentino: achicamiento del Estado, del gasto público y del déficit fiscal, libertad de empresa, custodia de la propiedad privada, renuncia del Estado a su responsabilidad como regulador y todo lo que ya conocemos”. En esta línea, “anunció que se vienen tiempos de sufrimiento, de estanflación, hiperinflación y con salarios por debajo de la línea de subsistencia”. Como quedó demostrado durante el gobierno de Mauricio Macri en el período 2015-2019, un programa de ajuste no puede ser implementado sin represión. Por eso, “el otro eje del discurso fue el hincapié en la represión, que estará a cargo precisamente de Patricia Bullrich”. En línea con las advertencias de Macri, “Milei adelantó que aquellos que salgan a protestar, al mejor estilo los orcos de Macri, van a ser perseguidos con todo el peso de la ley”. En otras palabras o “en criollo básico, esto implica la judicialización de la protesta social y la persecución policial y judicial de la militancia”. Entonces, “tal como lo plantea el PC, para enfrentar este plan de entrega, saqueo y represión las fuerzas del campo popular deberán ganar en cohesión y organización, mayor disposición al combate, sin dejar flancos abiertos”. En primer lugar, “hay que lograr rápidamente movilizaciones populares de gran impacto para evitar que puedan avanzar en su plan de detenciones e imputaciones judiciales”. Sin embargo, explicó Nanzer, “es claro que las fuerzas populares y revolucionarias debemos ser inteligentes”. Es decir, “lo que hay que lograr es que el pueblo se movilice a través de sus organizaciones y no generar actos heroicos pero innecesarios de pequeñas inmolaciones de grupos del campo popular”. ¿Esto significa que hay que esperar? “Para nada, no hay que dar ni un minuto de tregua, tenemos que comenzar desde ya a organizar la resistencia del pueblo en cada sector en el que sea agredido, sabiendo que el establishment le va a brindar gobernabilidad”. Esto implica también ganar posiciones en la batalla ideológica: “en la batalla cultural, ante una gran parte de la población que lo votó legítimamente, tenemos que demostrar y explicar que el ajuste es una opción política que atenta contra el pueblo, que no es un camino inexorable a recorrer salvo para los pequeños grupos del poder económico que se quieren enriquecer a costa del hambre del pueblo argentino”. En contraposición, “la única forma posible de resolver la pobreza es con las organizaciones del pueblo armando un bloque de poder”. Nanzer enfatizó que “la virtud de Milei, que deberíamos imitar, es haber logrado articular un programa político —anarcocapitalista dado los intereses que representa— que interpeló a millones de argentinos”. Ahora, “los comunistas tenemos el desafío de proponer un programa radicalizado, que contenga entre otros puntos la socialización de los medios de producción y el comunismo como horizonte y no como utopía”.
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Ni un minuto de tregua
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