Al cierre de esta edición comenzaba la Marcha Federal Universitaria que, con epicentro en Ciudad de Buenos Aires, se desarrolla en ciudades de todo el país, como en Corrientes donde el PC y La Fede movilizan “por una universidad pública, gratuita, científica y popular”.
Al cierre de esta edición, en Ciudad de Buenos Aires, comenzaban a concentrar las columnas que van a converger ante el Congreso Nacional para participar de la Marcha Federal que reúne a representantes de los diferentes claustros de la Universidad Pública, pero también a integrantes de las dos CTA, una parte de la CGT, movimientos sociales y de Derechos Humanos, así como fuerzas políticas entre las que está el Partido Comunista, que se dan cita para ratificar su repudio al veto a la Ley de Financiamiento.
Pero la jornada de hoy no sólo se vive en la capital de Argentina, sino que en cada ciudad donde hay una sede universitaria, se llevan a cabo actos, marchas y otro tipo de movilizaciones que tal como pasó el 23 de abril, se plantan ante la Presidencia Milei y su intención de destruir el sistema de educación público, universal y gratuito.
Y una de estas ciudades es la capital de la provincia de Corrientes, donde el PC y La Fede convocaron a participar de la jornada, marchando “por una universidad pública, gratuita, científica y popular”, pero también para enfrentar al gobierno que encabeza Javier Milei, “que pretende arrasar con todos los derechos conquistados por el pueblo argentino”.
Con este telón de fondo, el PC y la FJC de esa provincia, coincidieron en denunciar la situación por la que atraviesa la Universidad Nacional del Noreste (Unne). “También hacemos responsables a las distintas gestiones que pasaron por el Rectorado de la Unne desde 1983, por el avance privatizador que experimentó nuestra universidad con exámenes de ingreso restrictivos, aranceles encubiertos y no tanto, y la tercerización del comedor universitario”, puntualizaron La Fede y el PC.
Después fueron contundentes al remarcar que “luchamos por un proyecto de país en el que quepamos todos y todas” por lo que “no vamos a defender los kiosquitos de quienes rifaron la universidad pública durante los últimos cuarenta años”, pero también añadir que la jornada de protesta “es contra Milei y contra todas la medidas que le impiden al noventa por ciento de nuestra juventud acceder a la Universidad” y por eso “a la derecha que quiere un país para pocos, ni tantico así, nada”.
La Marcha Federal exige que el presidente respete la Ley de Financiamiento Universitario que fue aprobada en el Senado el 12 de septiembre, en una votación que en general obtuvo 57 adhesiones y sólo diez rechazos, además de una abstención. Con estos números, podría alcanzar los dos tercios que necesita para ser revalidada tras el veto que ya anunció va a perpetrar Milei.
La norma establece una recomposición de los salarios del personal docente y no docente, retroactivo al 1° de diciembre de 2023 y hasta la sanción del proyecto. De acuerdo a un informe confeccionado por la Oficina de Presupuesto del Congreso, su implementación supondría un impacto presupuestario de 738.595 millones de pesos, lo que apenas equivale al 0,14 por ciento del PBI.
Con este telón de fondo y bajo la consigna “La Universidad no es el problema, es parte de la solución”, se prevé que la movilización comience alrededor de la hora 17 en la plaza del Congreso como punto más alto de una jornada que tiene lugar en un contexto en el que, durante los últimos días, la Presidencia Milei redobló su apuesta con una nueva escalada de provocaciones.
Ayer el vocero presidencial, Manuel Adorni, volvió a asegurar que la decisión presidencial es vetar la Ley de Financiamiento Educativo, mientras que la ministra de Capital Humano, Sandra Petovello, dijo que la movilización “responde más a intereses políticos que a las necesidades del sistema educativo”.
También ayer, el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) denunció que el Tesoro no giró los fondos correspondientes a las Becas de Estímulo a las Vocaciones Científicas, que están orientadas a estudiantes avanzados que se dedican a la investigación, cuyos planes de trabajo debían iniciarse el primer día de octubre.
En el mismo sentido, el CIN que nuclea a los rectores de las universidades nacionales, volvió a criticar el ajuste que perpetra el gobierno sobre esas casas de estudios y por medio de comunicado advirtió que “la desconsideración y el hostigamiento”, por parte de Milei hacia el sector universitario “no cesan”.
Pero asimismo hizo hincapié en que la situación actual, “es más crítica que a comienzos de año” y presenta “un capítulo dramático en materia salarial”, tras lo que sostuvo que resulta “inadmisible y profundamente injusto que quienes tienen la responsabilidad de formar a futuras generaciones de profesionales y, con su trabajo diario permiten que las universidades funcionen, sean hoy los peores pagos y los más perjudicados por los incrementos otorgados”. Y añadió que más del setenta por ciento de los trabajadores de la educación superior “perciben salarios por debajo de la línea de pobreza y miles no recibieron incremento alguno desde principios de año”.