“Hemos echado a cincuenta mil empleados públicos, eso es motosierra. Dimos de baja diez mil contratos, eso es motosierra”, se jacta Milei mientras continúa despidiendo trabajadores estatales.
Mañana viernes los trabajadores estatales puntanos van a movilizarse para reclamar una urgente recomposición salarial, cuando convocados por el Frente de Unidad de los Sindicatos Estatales, van a marchar hacia la sede de gobierno provincial para denunciar “una caída de ingresos en el sector, que lleva a que muchos trabajadores estén bajo los límites de la pobreza y cerca de la indigencia”.
Esto se decidió en un reciente plenario del Frente, donde estuvo presente la Corriente Nacional Agustín Tosco que denunció “el brutal ajuste a los trabajadores, que el gobierno de Claudio Poggi y Javier Milei llevan adelante en la Provincia y en la Nación”, por lo que hizo hincapié en que es preciso articular acciones de unidad para “luchar en conjunto contra el fascismo instalado en Argentina que tiene como protagonista local al gobernador Poggi y al intendente Gastón Hissa”.
Por tal motivo durante la jornada de mañana se va a marchar hacia Terrazas de Portezuelo, mientras que el primer día de abril va a llevarse adelante otra movilización en el contexto de la apertura de sesiones legislativas, como paso previo a un paro de trabajadores estatales en toda la provincia para exigir, también, que se pague la recomposición de sueldos que fueron acordados durante las paritarias homologadas del convenio colectivo de salud 122/75.
Otros puntos reclamados son la restitución de los pases a planta permanente que fueron dados de baja durante las últimas semanas, así como los de las partidas que el gobierno encabezado por Poggi debe girar a los municipios “a fin de alcanzar salarios dignos y no de indigencia como ahora”, ya que “los estatales estamos comprometidos con nuestro trabajo y luchamos por un Estado al servicio de las mayorías populares”, pero asimismo en el reclamo de que “el ajuste no lo paguen los trabajadores”.
Y, en este sentido, el Frente fue claro al puntualizar que tal como están las cosas, “ningún trabajador estatal puede llegar a fin de mes con estos ingresos”, porque como consecuencia de la terrible devaluación impuesta por la Presidencia Milei, más la desregulación y la supresión de mecanismos de control de precios elementales por medio del DNU 70/2023, “sin aumento la inflación nos ha comido el salario”.
También mañana viernes, pero en Ciudad de Buenos Aires, se prevé que tenga lugar una reunión del Consejo Directivo Nacional de ATE en el que participen representantes de las veintitrés provincias y la ciudad autónoma, donde se espera que quede establecida la hoja de ruta de un plan que salga al cruce de la ola de despidos que se perpetra contra los trabajadores estatales, que podría tener una drástica vuelta de rosca cuando a fin de mes sean echados alrededor de setenta mil estatales.
Cabe recordar que durante las últimas horas se hizo público un “manual de despidos”, en el que desde el gobierno nacional se detalla un instructivo sobre cómo comunicar a los trabajadores de los diferentes organismos y dependencias estatales, que se los está dejando en la calle.
Allí se indica que las primeras comunicaciones deben ser verbales y comenzarían el martes venidero.
Los ataques de Milei contra los trabajadores estatales empezaron ni bien arrancó su Presidencia. Ya el 2 de enero fueron 1500 los empleados públicos que resultaron despedidos, tras cartón se hizo lo propio con más de doscientos en AySA, 165 en la Agencia Nacional de Discapacidad, otro tanto en Pami, medio centenar en Enacom y una cifra similar en el Conicet.
Por su lado el Ministerio de Capital Humano cerró los Centros de Referencia que la Secretaría de Niñez y Familia que tenía en todo el país, lo que dejó sin trabajo a algo así como seiscientos trabajadores.
A ellos se suman los alrededor de cincuenta que ya fueron cesanteados en la Secretaría de Derechos Humanos y 170 en el Incaa, pero también los setecientos que ven su futuro con incertidumbre ante el cierre de Télam, los cuatrocientos del Inadi, 670 del Servicio Meteorológico Nacional y los cerca de novecientos del Instituto de Agricultura Familiar.
Ante este panorama sombrío, la respuesta gubernamental se sintetiza en las palabras del propio Javier Milei que, consultado por los despidos, exhibiendo una absoluta ausencia de humanidad se jactó: “Hemos echado a cincuenta mil empleados públicos, eso es motosierra. Dimos de baja diez mil contratos, eso es motosierra”.