En este sentido se pronunció la Asociación de Taxistas de Capital al salir al cruce de la Resolución 57/2024 que dio a conocer la Secretaría de Transporte.
La Asociación de Taxistas de Capital (ATC), hizo público su repudio a la decisión del gobierno nacional de avanzar en la desregulación del transporte público de pasajeros, mediante un esquema por el que cualquier vehículo que cumpla con requisitos mínimos como estar asegurado y haber pasado la Verificación Técnica Vehicular, puede transportar pasajeros en todo el país.
La Resolución 57/2024 de la Secretaría de Transporte a cargo de Franco Mogetta, dependiente del Ministerio de Economía, fue publicada en el Boletín Oficial el martes pasado y por ella quedó abierta la puerta para que casi cualquier vehículo pueda prestar el servicio de transporte público de pasajeros. Detrás de la medida aparece el ministro de Desregulación, Federico Sturzenneger, y esto es algo que no pasó inadvertido para la ATC que por medio de una declaración apuntó sus dardos contra «el superministro de la pauperización del trabajo».
En este sentido, la ATC denunció que esta disposición «denigra a quienes de manera profesional se dedican a ofrecer el servicio de transporte de acuerdo a las reglamentaciones vigentes, capacitándose para ello», pero asimismo advirtió que el nuevo esquema que impone la Presidencia Milei, «atenta contra la seguridad de los pasajeros», al tiempo que «demuestra un total desprecio al cuidado de la gente transportada, que no son objetos sino personas, y que ahora quedarán a la suerte de que su conductor haya o no pasado los filtros regulatorios en su habilidad para transportarlos de manera segura».
Pero también representa «otra afrenta a los trabajadores responsables y registrados y que cuentan con sus debidas capacitaciones», en tanto que favorece y fomenta «la informalidad laboral y la precarización, donde lo único importante es la rentabilidad de ciertos sectores concentrados de la economía», mientras que «para las y los trabajadores sólo queda espacio para la autoexplotación sin límite humano alguno». Y, ante esta situación, la ATC hizo hincapié en que «los y las trabajadores argentinos queremos ser parte de un proyecto de país donde el bien común sea resguardado y no de otro donde impere el sálvese quien pueda en la ley de la selva».