La Cámara Baja se reúne para decidir si avala o no el veto de Milei a la Ley de Financiamiento Universitario. “Hay que seguir moviendo el avispero”, dijo desde el MUI, Jonás García Leri, y añadió que es preciso construir un plan de lucha de largo aliento.
Al cierre de esta edición, se espera que Diputados comience a debatir si avala el veto de Javier Milei a la Ley de Financiamiento Universitario o si puede dar vuelta esa decisión para pasar la pelota al Senado. La jornada de hoy amenaza con tener un final de bandera verde, ya que aunque el Presidente logró que Mauricio Macri arríe a sus representantes en la Cámara Baja, todavía no tiene asegurado el número suficiente para evitar que la oposición reúna los dos tercios que precisa.
La sesión llega cuando todavía retumban los sonidos de la multitudinaria jornada de movilización que recorrió Buenos Aires y las principales ciudades del país, el miércoles pasado, con motivo de la Marcha Federal Universitaria. Pero también cuando como respuesta, La Rosada no cesa de amenazar con la aplicación de medidas que pretenden golpear por debajo del cinturón al sistema universitario.
Entre otras cosas, el gobierno dijo que si prospera la Ley de Financiamiento, va a recortar el presupuesto de Salud para cumplir con la norma, que analiza auditar y anular la autonomía de las universidades, también que estudia transferirlas a las provincias y eliminó el fondo fiduciario del Plan Progresar.
Está claro que quienes ocupan hoy el edificio de Balcarce 50 son capaces de esto y mucho más, pero también es verdad que al parecer sus barbaridades comienzan a provocar una reacción. Y si la jornada del miércoles pasado fue una clara muestra de esto, también lo son las tomas de algunas facultades que se sucedieron ayer, cuando miembros de la comunidad universitaria realizaron este tipo de manifestación en Filosofía y Psicología de la UBA y en algunas facultades de la Universidad Nacional de Córdoba, al tiempo que anoche estudiantes de la Universidad Nacional de La Plata hicieron lo propio con el Rectorado de esa casa de estudios.
“La cuestión es seguir moviendo el avispero”, recalcó el integrante del MUI, Jonás García Leri, quien fue de la partida en el Rectorado y sostuvo que “esta es la frase debe guiar la construcción de acá para delante, porque todos nos preguntamos cómo sigue la cosa” ya que, recordó, “hicimos dos marchas que fueron multitudinarias, pero hace falta seguir porque es preciso que se siga hablando de lo que pasa”. Y añadió que se necesita que “el tema continúe dentro de la discusión pública, que nadie venga a la universidad a cursar como si nada estuviese pasando, cuando tenemos al setenta por ciento de los trabajadores de la Unlp por debajo de la pobreza”.
Lo que queda claro es que, entre otras cosas, la Unlp y el resto de universidades evalúan cómo proseguir en un estado de movilización que logró sumar más allá de las propias fronteras universitarias, pero “sabemos que la lucha recién está comenzando y esto es así incluso más allá de lo que pase en el Congreso”, ya que si avanza el veto “va a ser un golpe duro” y si se lo frena “el gobierno va a seguir con diferentes agresiones y ya está proponiendo abiertamente el arancelamiento a los compañeros inmigrantes y el arancelamiento general de la universidad” dijo García Leri y remarcó que “hay que tener la capacidad de pensar a largo plazo para la construcción del plan de lucha que esté a la altura de la profundización del conflicto”.
El viernes pasado, a sólo dos días de que se hiciera efectivo el veto a la Ley, integrantes de La Libertad Avanza quisieron dar una charla para explicar por qué el gobierno pretende desfinanciar a la universidad. Se lo impidieron estudiantes, docentes y no docentes. “Libertario, te vi correr en la Unlp”, fue la frase que corearon quienes amablemente les dijeron a los mileístas que no eran bien recibidos en la Universidad Pública. “Debemos ser claros: en nuestra universidad no son bienvenidos quienes la quieren desfinanciar y esto va más allá de un debate democrático sobre expresión de ideas”, señaló García Leri y sin dudarlo añadió que “nuestro rechazo debe ser contundente y en todas sus aristas, no sólo con Milei, sino también para el PRO y todos los que quieran salir a bancar el veto… es una forma de marcarles la cancha, lo del viernes pasado fue un rechazo popular y no todos éramos militantes orgánicos, había docentes que ni siquiera pertenecen al sindicato y estaba ahí enojados, con bronca, lo que es absolutamente natural que pase”.