“Nos retrotrae a los años 90 con la quita derechos”, advirtió Ctera al referirse al proyecto de Ley Bases 2 que ayer tuvo media sanción en Diputados, y hoy marcha hacia el Monumento a los Trabajadores.
La Central de Trabajadores de la Educación (Ctera) hizo público su repudio a la media sanción que tuvo ayer el proyecto de Ley Bases 2 en la Cámara de Diputados que, alertó, “nos retrotrae a los años 90 con la quita de derechos”, pero también “produce ajustazos, despidos, privatizaciones, disuelve organismos y delega facultades a un Presidente que elogia el delito financiero y quiere destruir el Estado”.
Por tal motivo, por medio de una declaración que lleva las firmas de su titular Sonia Alesso y del secretario Adjunto Roberto Baradel, no dudó en recalcar que se trató de “un día de tristeza”, así como de “vergüenza e indignación para todas y todos los que día a día trabajamos por un presente y un futuro mejor”.
Tras lo que puntualizó que Ctera “seguirá de pie, junto a la clase trabajadora, resistiendo y luchando contra estas medidas que traen hambre y miseria al pueblo argentino”, por lo que hoy en el Día de los Trabajadores, “estamos nuevamente en las calles en defensa de nuestros derechos”, pero asimismo “de la justicia social y la soberanía”.
Y quienes también ganan las calles durante la jornada de hoy, son los trabajadores encuadrados en el sindicato de base de Ctera en Ciudad de Buenos Aires, la Unión de Trabajadores de la Educación. Precisamente desde La Violeta en UTE y en este marco, Zaira Abraham Hom, hizo hincapié en que la Presidencia Milei “mantiene su política de ajuste y hambreo del pueblo, y de venta de la soberanía nacional con represión, censura y persecución al enemigo, no sólo en el plano físico, sino fundamentalmente, sobre el campo cultural por medio de la batalla de ideas”.
En este sentido reconoció que el gobierno nacional “entiende perfectamente que esa batalla se da en diferentes campos como los medios y las redes sociales y, desde hace más de doscientos años, en las instituciones educativas públicas”, pero también “dentro de las instituciones educativas esa lucha también se da en diferentes terrenos, en las condiciones de enseñanza/aprendizaje —que son nuestras condiciones de trabajo—, en las políticas públicas educativas que se ejecutan o no, y también en la currícula”.
Al respecto, vale recordar que el gobierno nacional confeccionó un proyecto de ley que —si prospera— va a modificar los artículos 11 y 126 de la Ley de Educación Nacional, con un objetivo claramente persecutorio hacia los trabajadores de la educación y de cualquier tipo de pensamiento crítico, algo que el vocero presidencial anunció señalando que “la idea es penar el adoctrinamiento en las escuelas”.
Esta es una de las herramientas que señaló Zaira Abraham Hom, aunque recordó “el 0800 Buchón no es nuevo para los trabajadores de la educación”, ya que “todos los gobiernos de derecha nacionales, provinciales y locales han implementado distintas políticas de recorte de contenidos, directas, como cambios en los diseños curriculares y bajadas de libros únicos para todas las instituciones”.
Pero también otras de tipo indirecto “como sobrecarga administrativa, recorte de programas, desinversión y subejecución presupuestaria, empeoramiento de las condiciones laborales, y crear enfrentamientos entre los distintos actores que conformamos las comunidades educativas y miedo en los docentes coartando su libertad de cátedra ante la amenaza de una posible sanción por dar determinados contenidos”.
Todo esto “afecta directamente la calidad educativa de la que tanto hablan”, al tiempo que lo hace “directamente contra el espíritu crítico que se busca fomentar desde las normativas escolares en las que las comunidades educativas hemos podido plasmar y ganar luchas históricas en el plano pedagógico”.
Y remarcó que lo que está haciendo La Rosada, es “dar una profunda batalla cultural para romper lazos sociales y que prime la sumisión, el individualismo, el ver a las personas que nos rodean como amenaza o competencia, robarnos la alegría del encuentro fraterno, de aquello que sucede de mágico en ese otro lugar que puede ser la escuela cuando permite que brote la ternura, la solidaridad, el debate fraterno, el aprendizaje construido con otros, el compartir lo que nos sucede en la vida cotidiana”.
Pero también intenta que nuestro país vuelva “a las condiciones laborales de esclavitud previa a las conquistas de derechos que se abrió paso con el nacimiento de los sindicatos”, algo que implicaría Retroceder más de cien años en materia de derechos, no sólo laborales sino humanos”.