En La Rioja, la Asociación de Maestros y Profesores, asiste a los trabajadores que fueron despedidos por Textilcom, que realizan un acampe ante la fábrica que tiene la empresa en la capital provincial.
La Asociación de Maestros y Profesores de La Rioja (AMP), tiene claro que la solidaridad de clase no se pregona, se practica, y por eso es que acompaña la resistencia que vienen llevando a cabo los operarios que recientemente fueron despedidos de la fábrica que Textilcom posee en esta provincia de donde echaron a casi 150 trabajadores.
Vale señalar que son más de trescientos empleados textiles que fueron despedidos en La Rioja y la vecina Catamarca por las empresas Textilcom y la AlpaCladd que producen indumentaria para grandes marcas como Grisino, Cristóbal Colón y Cheeky.
La decisión de la patronal, se fundamenta en la fuerte caída de las ventas que padece el sector textil y de la indumentaria a raíz de la recesión que perpetra la Presidencia Milei, lo que llevó a que esté funcionando a apenas el 38 por ciento de su capacidad, de acuerdo a un reciente informe de la Fundación Pro Tejer que también da cuenta de que el sector despidió a algo más de mil operarios desde que Javier Milei entró a La Rosada. En el mismo trabajo se hace hincapié en que casi el noventa por ciento de las empresas textiles registra caída en sus ventas y que el panorama que avizoran es todavía peor, por lo que no prevén hacer inversiones durante el presente año.
Y si bien la recesión que abruma a este sector se hace sentir con intensidad en La Rioja y Catamarca que es un polo textil de los más importantes que tiene el país, también llega hasta otras latitudes, tal como pasa ahora mismo en la provincia de Corrientes, más precisamente en la localidad de Goya, donde Hilanderia Alal ya dejó en la calle a 310 operarios y crece la incertidumbre sobre el futuro laboral que puedan correr alrededor de doscientos que se desempeñan en su planta textil.
La verdadera dimensión del desastre que está perpetrando el actual gobierno nacional, la dio la propia patronal de esta empresa cuando al anunciar que va a desenchufar la totalidad de su maquinaria a partir del próximo sábado, denunció que Hilanderia Alal no había parado de crecer hasta 2023, lo que la llevó a incorporar más personal destinado a la fabricación de hilados de algodón y tejidos. Pero con el arribo de la Presidencia Milei, los doscientos que todavía le quedan, van a pasar a cobrar sólo la mitad de sus sueldos, mientras cruzan los dedos para que el cierre de la fábrica sea sólo temporal.
Mientras tanto, en La Rioja, la AMP planificó diferentes acciones para ayudar a paliar la situación de los obreros despedidos de Textilcom que acamparon en la explanada de la fábrica. “La situación se recrudece por las bajas temperaturas, el precio de la canasta básica que ya es insostenible para estas familias con infantes en edad escolar, necesidades insatisfechas por falta de pago de haberes desde hace más de dos meses, endeudamiento y precariedad habitacional”, sostuvo la AMP.
Y, ante esta situación que calificó como “de stress y abandono”, puso a disposición de los trabajadores despedidos su Programa de AMP-Salud, que el lunes pasado visitó el acampe por primera vez, para brindar asistencia y controles primarios de la salud, esto es, la misma asistencia que practicó cuando brindó albergue a embarazadas del interior de La Rioja durante la pandemia del Covid.
AMP anunció que prevé seguir con estas acciones, como respuesta a un escenario que de acuerdo a todos los pronósticos, “va a profundizarse en una crisis social, económica, educativa y de salud peor que la actual”. Pero también está trabajando en la elaboración de una nómina de los menores existentes en el seno de las familias del acampe, “para activar a su favor en lo asistencial y educativo promoviendo políticas de contención y sostenimiento”.