La derecha y sus obsesiones

Tal como pasó recientemente en Posadas, tras la conmemoración del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, en Marcos Juárez el negacionismo se hizo presente desde un ámbito oficial. Si en Misiones fue un destacamento del Ejército (Ver Negacionismo, nunca más), en el caso de la localidad cordobesa fue el Municipio que mandó a quitar una estatua que rendía homenaje a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.

Según se supo la orden la dio el presidente del Concejo Deliberante, Javier Barletta, quien consideró que la estatua no contaba “con el permiso correspondiente” para ser instalada en el Parque de los Escritores de esa ciudad, por lo que a sólo dos días de que fuera colocada, este dirigente de la UCR contrató operarios para retirar la obra que simbolizaba la lucha por la Memoria, Verdad y Justicia que había sido inaugurada el 24 de marzo.

“La política cordobesa determinada por el Partido Cordobés, como rejunte atrapalotodo que domina el Estado provincial hace 24 años, ha llegado a un estado de degeneración en el cual se ponen en discusiones los pilares mismos de la democracia limitada de nuestro país”, denunció desde la FJC provincial, Bruno Lonatti.

Y tras repudiar lo sucedido en Marcos Juárez, sostuvo que en su provincia “estamos ante una situación contradictoria, en la que por un lado la Legislatura de Córdoba legisla en un Espacio de Memoria y por el otro, municipios del interior retiran placas y monumentos de la Memoria”.

Por lo que sin dudarlo, lamentó que “en la política cordobesa hace mucho vale todo y se alienta la avanzada simbólica de la ultraderecha”, por eso “el ‘dejar hacer’ se volvió un mantra del Partido Cordobés, en cuyo interior radican desde sectores de ultraderecha hasta aquellos que determinados por el pensamiento ‘nacional popular’, consideran que es mediante el entrismo en esa fuerza política la única posibilidad de transformaciones en la provincia”.