La reunión de Javier Milei con la titular del FMI, Kristalina Georgieva, en el marco de la asunción presidencial de Donald Trump anuncia un nuevo capítulo de endeudamiento con el organismo de crédito y extorsión más grande del mundo. El gobierno nacional intentará evitar la devaluación hasta después de las elecciones legislativas, vendiendo como realidad inapelable el relato de una inflación "controlada" mientras los ingresos de las grandes mayorías no paran de desplomarse.
El entusiasmo del Fondo por la gestión de Milei prueba mejor que ningún otro indicador social la política antipopular y entreguista que lleva adelante este gobierno. El presidente había dicho en campaña que el ajuste que pedía el FMI era menor comparado al que él pensaba hacer y, nobleza obliga, en eso no se lo puede acusar de mentiroso.
Durante los primeros meses de mandato mileísta, la subdirectora del FMI y encargada de seguir el caso argentino, Gita Gopinath, alertaba sobre la velocidad y la profundidad del ajuste en marcha con el temor de que se produjera un estallido social que hiciera volar por los aires a este experimento neofascista y ultraliberal. No obstante, es el Fondo Monetario quien ahora aprieta el acelerador y pide más ajuste. Siente que existen mejores condiciones para hacerlo, sobre todo si acepta que la devaluación llegue después de las elecciones y, más aún, si la hegemonía del campo popular acepta esperar hasta las elecciones para ver primero qué es lo que dicen las urnas antes de organizar con urgencia la resistencia en las calles.
Entre los requisitos del Fondo para el nuevo préstamo estarían la reforma laboral y la reforma previsional que, aunque todavía no hayan sido sancionadas, paso a paso se han ido aplicando en los hechos.
"¡Paro general!" era la consigna que este lunes se decía a los gritos frente a la puerta del Hospital Laura Bonaparte de la Ciudad de Buenos Aires, como para que pudiera escucharla la burocracia cegetista desde sus relajadas vacaciones y quien quisiera oír. El Partido Comunista, junto a diversas organizaciones políticas, sociales y sindicales, estuvo presente en el reclamo por la reincorporación de lxs trabajadorxs despedidxs y contra el intento de cierre de este centro especializado en salud mental dependiente del Estado nacional.
Para un gobierno que considera que hasta la salud es una mercancía no es ninguna locura cerrar hospitales, recortarles medicamentos y cobertura a lxs jubiladxs, interrumpir tratamientos contra el cáncer, desmantelar áreas dedicadas al tratamiento del VIH, la lepra, la tuberculosis y un largo etcétera de enfermedades. El brutal ataque a la salud pública denota el carácter maltusiano del ajuste.
Hay una coherencia histórica en el silencio (que no es salud) de este gobierno reivindicador del genocidio cuando las Abuelas anuncian la aparición de otro nieto, como ocurrió a fin de año con el nieto 138, o ahora con la aparición de la nieta 139.
La conferencia de prensa realizada por Abuelas de Plaza de Mayo dándole la bienvenida a la Verdad a la hija de lxs compañerxs detetenidxs-desaparecidxs Noemí Macedo y Daniel Inama en la ex Esma es una victoria concreta y simbólica contra la última dictadura y contra un gobierno que profundiza el plan económico de Martínez de Hoz y busca avanzar hacia la impunidad de los genocidas cerrando sitios de Memoria o desfinanciando la CONADI (Comisión Nacional de Identidad) y el Banco Nacional de Datos Genéticos, organismos fundamentales en la búsqueda y recuperación de lxs nietxs.
Así como con complicidad mediática pudo presentarse como abanderado de la libertad, Milei busca en estos momentos presentarse como abanderado de la lucha contra las mafias y la corrupción.
Por ejemplo, el proyecto de la mal llamada “Ley antimafias” que el oficialismo busca tratar en el senado en las sesiones extraordinarias de febrero apunta sólo al eslabón más débil de la cadena delictiva y presta un amplio marco legal para criminalizar a lxs pobres y legitimar el gatillo fácil, algo que vimos recientemente en el caso del asesinato a manos de la Gendarmería del trabajador bagayero Fernando Gómez en la provincia de Salta, a quien enseguida Patricia Bullrich salió a acusar de narcotraficante. Además bajo la pantalla de combatir a las mafias se habilita un mayor margen para la persecución política, como en su oportunidad denunciáramos en el caso de la mal llamada “Ley antiterrorista”, sancionada durante el kirchnerismo.
No podemos desvincular a la “Ley antimafias” de los decretos de modificación de las leyes de Defensa y de Seguridad Interior con los que se pretende justificar la participación de las fuerzas armadas en la represión al pueblo. Sabemos que no se puede avanzar con el ajuste y la entrega si no se avanza con la represión social y la persecución política.
La rama argentina de la Asociación Americana de Juristas (AAJ) presentó una nota al Senado peticionándole que rechace este proyecto, que ya cuenta con media sanción en Diputados, con el argumento de que se trata “de una reforma ilegal de estado de sitio” y alertando sobre “sus defectos legales” y “los graves riesgos de su aplicación”.
Conforme a los intereses que defiende no hay nada de insensatez en ninguna de las medidas que toma el gobierno de la motosierra. Hay sí una radicalización manifiesta del ajuste y la represión para avanzar sin titubeos hacia los objetivos que se plantea.
Sin embargo, las formas que más deberían preocuparnos son las del “tiempismo”, las de la moderación para “oponerse” al ajuste más radical que haya sufrido la clase trabajadora desde la recuperación de la institucionalidad democrática en nuestro país; formas demócratas que especulan con que en primera y última instancia sean los votos los que le pongan freno a un avasallamiento de derechos que no da tregua y con las que se frena en la práctica la movilización popular.
Con este escenario planteado parece haber una tregua más o menos solapada de parte de sectores de la dirigencia sindical y de la dirigencia política que se asume opositora al gobierno ¿A cambio de qué?
El día de la Liberación
Llegó el momento tan ansiado por Milei: la asunción como presidente de los EEUU de Donald Trump. “Hoy es el día de la liberación” fue una de las tantas provocaciones lanzadas por Trump en la ceremonia.
Se estima en más de 500 mil millones de dólares el valor de las fortunas sumadas de su gabinete. Al menos 13 de los integrantes propuestos son multimillonarios. El tan mentando proteccionismo trumpista está pensado en función de proteger los intereses del gran capital concentrado y ultrafinancierizado. No se trata de ningún proteccionismo nacionalista que asume la defensa de intereses soberanos como intentan transpolar mecánicamente como ejemplo a seguir por estos pagos algunos desprevenidos y otros malintencionados.
En su discurso de asunción en el Capitolio quedó bien claro que las medidas proteccionistas que profesa el presidente yanqui están concebidas para someter económica y/o militarmente a otras naciones soberanas. Es decir, es un proteccionismo basado en la expansión imperialista del capital, basado en la opresión de los pueblos y que en este contexto se plantea muy especialmente el objetivo de clausurar el desarrollo de un mundo multipolar motorizado por la República Popular China y reimplantar un orden global unipolar.
La impostura de un Trump pacifista no resiste mayor análisis. Pocas palabras después de anunciar que el Departamento de Estado no sería un arma para atacar a otras naciones y que “el mundo se verá más favorecido por las guerras que acabemos y por las guerras en las que no entremos”, volvió a afirmar que recuperaría para Estados Unidos el Canal de Panamá. Asimismo, amenazó con apropiarse de territorio mexicano, como ya había dicho que haría también con Canadá y Groenlandia.
La reincorporación de Cuba a la lista de países “patrocinadores del terrorismo” confeccionada por el Departamento de Estado a cargo del gusano Marco Rubio es apenas el preludio de la Doctrina Monroe 2.0 que implementará el imperialismo en esta etapa y en la que la solidaridad con la Revolución Cubana será un aspecto central para sostener y fortalecer la unidad regional soberana.
Los deseos de solución pacífica del “conflicto” en Medio Oriente de parte del presidente estadounidense son cinismo puro. No fue otro que Trump quien en su anterior mandato ordenó el traslado de la embajada yanqui en Israel a la ciudad palestina de Jerusalén, ocupada por el sionismo. O el mismo que, más acá en el tiempo, aseguró pensando en los negocios que ofrece la reconstrucción para quienes promovieron la destrucción que “Gaza podría ser un nuevo Mónaco pero los palestinos no lo permiten”.
“Haremos realidad el sueño de Martin Luther King ”, manifestó Trump en otro de los mayores pasajes de cinismo de su discurso, aludiendo al sueño de igualdad que proponía el activista afroestadounidense por la eliminación del racismo y la promoción de derechos civiles, luego de anunciar la temporada alta de cacería de inmigrantes ilegales y de afirmar que durante su gobierno “sólo habrá dos géneros: el masculino y el femenino”.
Mientras el nuevo inquilino de la Casa Blanca anunciaba la militarización de la frontera sur y la deportación masiva de inmigrantes latinos, Milei asistía a la gala del “Wall Street Latino"y recibía el premio “Titán de la reforma económica" por sus aportes al “avance de la libertad, el capitalismo y la propiedad para la comunidad latina". Como era de esperar, aprovechó la ocasión para dar rienda suelta a su anticomunismo: “No puede haber consenso entre el bien y el mal porque trabajamos para intereses antagónicos. No consensuamos con el enemigo. El socialismo es una enfermedad del alma. Vamos a noquear a los zurdos”, dijo para el aplauso de la gusanera presente.
El gobierno de Milei, totalmente subordinado a los intereses estadounidenses, ofrecerá a nuestro país como cabecera de playa para el ataque a los gobiernos progresistas de la región, ataque que se recrudecerá durante la actual administración neofascista de Washington.
Cabe esperar que con Donald Trump y Elon Musk (quien saluda como nazi, piensa como nazi, apoya nazis pero dice que no es nazi), personajes adorados por Milei, la subordinación colonial se profundice. Esto no hará más que agravar la crisis que vive la Argentina incrementando la destrucción del mercado interno, la desindustrialización y el saqueo de las riquezas naturales. Más aún con un nuevo préstamo del FMI de por medio.
De la torta total aprobada por el Fondo durante el gobierno de Macri a instancias del mismo Trump, quedaron sin girar 11 mil millones de dólares, que son los que ahora recibiría el gobierno de Milei para mantener activa la “producción” de la timba financiera. La supuesta legitimidad de origen para reclamar ahora esa suma no se basa sólo en la toma de deuda ilegítima del macrismo, sino también en el aval a la mayor estafa contra el pueblo argentino firmado por el gobierno de Alberto Fernández.
Como dijera otra activista afroestadounidense por la igualdad racial y la igualdad de derechos civiles para la diversidad genérica, la comunista Ángela Davis: “la democracia necesita emanciparse del capitalismo”. Por esa Liberación seguimos luchando lxs comunistas alrededor de todo el mundo.
Así lo reafirmaremos este viernes en el acto por el 107 aniversario del Partido Comunista de la Argentina en el Comité Central y en cada una de las batallas que damos para construir el poder del pueblo.