Este 24 de marzo se enmarca en un contexto de avanzada fascista que busca imponer un ajuste todavía más pesado sobre las espaldas de nuestro pueblo. El nuevo acuerdo con el FMI, que la cámara de Diputados avaló sin conocer detalle alguno, nos ata a un destino neocolonial y desnuda la farsa de democracia en la que vivimos. Producto de la salvaje represión de la semana pasada, el reportero gráfico Pablo Grillo pelea por su vida y la indignación va ganando las calles con más fuerza.
A la brutal represión del miércoles 12, le siguió durante toda la semana un sinfín de justificaciones y amenazas con las que se intentó sabotear desde el gobierno el acompañamiento a la lucha de lxs jubiladxs. Pese a los cacheos de la policía y la gendarmería en trenes y colectivos en el conurbano y la capital, una multitud se hizo presente este último miércoles para manifestar su respaldo a quienes han trabajado toda una vida y hoy son las principales víctimas del ajuste y la represión.
Como si fuera un punto copiado del tristemente célebre comunicado de la junta militar golpista del 24 de marzo de 1976, desde las primeras horas de la mañana del miércoles 19 en las pantallas de las estaciones de tren se leía la frase “el gobierno va a reprimir todo atentado contra la República”, anuncio que al mismo tiempo podía escucharse en una grabación que sonaba sin pausa por los altoparlantes.
Un tuit que publicó Santiago Caputo corrobora que las comparaciones de la distopía que hoy estamos viviendo con el terrorismo de Estado no son para nada antojadizas. Además de agarrársela contra una siempre indefinida casta, el funcionario posteó que “el socialismo no se discute, se erradica” y que “los enemigos del progreso no se convencen, se eliminan”, para terminar asegurando que no van a parar hasta que el último de sus enemigos “desaparezca”. La elección de este verbo no parece azarosa, más bien reafirma una continuidad histórica entre la dictadura genocida y el gobierno de Milei y Villarruel, que tendrá un nuevo eslabón en la provocación preparada para este 24 de marzo.
El evidente propósito de estas declaraciones del asesor presidencial no fue otro que el de infundir terror para contener la lucha social en ascenso. El mismo cometido tuvieron las bravuconadas de Patricia Bullrich. La ministra de seguridad defendió sin atenuantes el golpe de un policía que derribó a una jubilada octogenaria, a la cual acusó de “patotera”. Y con la misma enjundia defendió el accionar criminal del cabo de la gendarmería que fue identificado, gracias a una investigación periodística realizada por ARGRA y SiPreBA, como el autor del disparo de la granada de gas lacrimógeno que hirió gravemente en la cabeza a Pablo Grillo, señalado por la ministra como “militante kirchnerista”.
Beatriz, la jubilada “patotera” de 82 años se recuperó y volvió a la plaza a reclamar y Pablo sigue luchando por su vida en la terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía. En tanto que su familia ya inició acciones legales contra el gobierno y cuenta con el patrocinio de la Liga Argentina por los Derechos Humanos, que por estos días ha sido además protagonista central del destacado hecho político que significa poder tener un marcha unitaria y un acto unitario, tras 19 años de intentos frustrados, para este 24 de marzo.
Luego de la defensa encendida de Milei en Expoagro al accionar represivo comandado por Bullrich, en la que afirmó a modo de declaración de principios que en una manifestación los buenos son los policías y los malos son lxs manifestantes, y tras la obsecuente propuesta del vocero Adorni de “condecorar”a Bullrich; puertas adentro se acusó recibo del costo político que pagó el gobierno por el violento operativo de seguridad contra el reclamo de lxs jubilados, cuyo montaje de infiltrados para iniciar disturbios y dar paso a una cacería indiscriminada quedó a la vista de todo el mundo.
En esa caza de brujas ( o en “la firmeza para evitar un golpe de Estado”, según los términos de la delirante versión oficial) se detuvieron a unas 150 personas por portación de camiseta de fútbol o porque sí. Entre ellas, a un par de niños que iban a la escuela. Mientras que un relevamiento realizado por la Comisión de la Memoria de la Provincia de Buenos Aires estimó en más de 670 la cantidad de personas heridas (entre quienes hubo un hincha de Chacarita que sufrió la pérdida de un ojo por un balazo), en lo que fue la represión más violenta desde diciembre de 2001 en la Ciudad de Buenos Aires.
La jueza Karina Andrade ordenó la inmediata liberación de todxs lxs manifestantes y de la gente apresada que pasaba por ahí por considerar que se trataba en todos los casos de detenciones “arbitrarias” y por no conocer ni donde estaban alojados los detenidos. Andrade puntualizó que su decisión estuvo basada en “la protección del derecho a la protesta y la libertad de expresión, garantizados por la Constitución Nacional”. Luego de ser denunciada por el gobierno por “prevaricato, incumplimiento de los deberes de funcionario público y encubrimiento agravado” la magistrada recibió el apoyo inmediato de la Junta Federal de Cortes y Superiores Tribunales de todo el país, de la Federación Argentina de la Magistratura, la Asociación Nacional de Juezas y Jueces del Trabajo, la Red Federal por la Defensa de los DDHH y la Democracia, entre muchas otras asociaciones de juristas, organismos de derechos humanos y gremios judiciales de todo el país.
La Comisión Internacional de Derechos Humanos se pronunció hace un par de días para manifestar su preocupación en relación a estos hechos: “el Estado debe garantizar el ejercicio independiente del sistema judicial” , remarcó en su comunicado. Y agregó que también se deben garantizar “los derechos a la libertad de expresión y de asociación, y utilizar los protocolos con enfoque de derechos humanos”. La CIDH subrayó además que "la protesta social es un componente esencial en el funcionamiento de las sociedades democráticas" y que “el Estado tiene la obligación de garantizar que las y los periodistas puedan ejercer su trabajo de documentación e información durante protestas sin ser objeto de violencia”.
Fue justamente el apologista del plan de exterminio y desaparición de la última dictadura, Santiago Caputo, quien recibió en su despacho junto a la dirección de la SIDE a la ministra Bullrich para ajustar los detalles del operativo del miércoles 19 y adoptar una estrategia distinta, que más que plantearse el objetivo de aumentar la represión puso énfasis en aumentar las amenazas previas.
En este clima de época que no para de abonar el gobierno con sus discursos y sus acciones, se inscriben las recientes amenazas a la investigadora del Conicet y docente de la UBA Belén Almejun, repudiadas por la agrupación Verde y Blanca de ATE Conicet y la CONAT, desde donde le hicieron llegar su solidaridad a la compañera.
Sus datos personales, incluyendo el de su domicilio, fueron publicados en las redes sociales en un escrache fascista de los trolls del gobierno y del medio La Derecha Diario luego de un intercambio de opiniones que había sostenido el último miércoles con estudiantes y militantes del régimen de Milei que volanteaban en la Facultad de Ciencias Exactas. “¿Cómo bancás a este Gobierno viniendo a volantear a la universidad pública cuando nuestros salarios están por el piso?”, les dijo a los jóvenes liberales, en medio del conflicto universitario por las políticas de vaciamiento del gobierno contra el sector y de la movilización al congreso por lxs jubilados. Al día siguiente intrusaron su casa y le ocasionaron daños materiales.
Que se vayan todos
Para decepción de la Rosada, ni las balas de goma ni las granadas de gas lacrimógeno ni las amenazas sacadas de discursos de Videla surtieron el efecto esperado. La indignación social llevó a que la misma noche del miércoles 12 miles de personas autoconvocadas marcharan desde los ruidazos en sus barrios hasta Plaza de Mayo y expresaran su bronca hasta las primeras horas de la madrugada del jueves al grito de “¡Que se vayan todos, que no quede ni uno solo!” El hit de diciembre de 2001 volvió a escucharse fuerte el último miércoles en Congreso y a multiplicarse en montones de plazas de todo el país.
La militancia del Partido Comunista y de la Federación Juvenil Comunista tuvo un activo protagonismo en estas jornadas, reafirmando el enfoque orientado por el Comité Central de “teñir de luchas el año electoral”. Ante todo, es para destacar el papel que jugaron lxs camaradas del Movimiento de Jubilados Liberación para llegar a este punto de acumulación política y acompañamiento social al que ha llegado la lucha de lxs jubilados.
Claro que la consigna planteada por el CC no desestima la importancia que tiene la disputa electoral. En ese terreno el enfoque del PCA con vistas a las legislativas (y más allá de ellas también) es el de conformar marcos de unidad programática con un perfil de izquierda, antifascista y antiimperialista. Marcos de unidad autónomos de la hegemonía que prima en el campo popular y que, por acción u omisión, ha sido funcional al objetivo de aplacar y dispersar las luchas.
Desde el enfoque de unidad político-electoral que plantea el Partido, por lo tanto, se tiene que asumir la defensa irrestricta de la soberanía y los intereses populares en las calles antes que en el parlamento y la campaña electoral debe estar inserta de lleno en el conflicto social y entrelazarse con una fuerte campaña contra el acuerdo con el FMI (que ya se presentó este jueves frente al congreso con presencia del PC y de otras fuerzas políticas de izquierda y soberanistas, como La Dignidad y Encuentro Patriótico) y con la campaña en desarrollo por un juicio político destituyente contra Milei y por la creación de una asamblea legislativa transitoria.
En tal dirección avanza el “Frente Amplio por la Soberanía” de la provincia de Santa Fé y en un mismo sentido comienzan a prefigurarse “Confluencia por la Igualdad y la Soberanía” en la CABA y el “Frente por la Justicia Social” en San Luis; espacios, todos ellos, que cuentan con la participación del Partido Comunista.
Como viene reclamando el movimiento de jubilados (y actuando en consecuencia, con el MJL como actor de vanguardia), la construcción de un centro coordinador de todas las luchas sectoriales no sólo es indispensable para fortalecer la resistencia popular, sino que es la vía por la que tiene que avanzar una alternativa política dispuesta a derrotar cuanto antes al gobierno neofascista y ultraliberal de Milei.
Además del apoyo espontáneo de hinchas de fútbol, que de a poco comienza a sentirse en las tribunas, esta semana lxs jubilados contaron con el acompañamiento del movimiento universitario, que venía de un paro de dos días consecutivos, y de varios sectores del campo popular y del movimiento obrero que hasta la semana pasada no estaban entre los convocantes. Otro emergente a destacar de este contexto es el hecho de que la mesa directiva de la CGT le haya puesto por fin fecha a un paro general, aunque sin tanto apuro.
La estrategia del gobierno para intentar mostrar fortaleza en este momento de debilidad es seguir avanzando a fondo por el mismo camino. Es decir, intercalando la represión con amenazas y mentiras para sostener mientras pueda el saqueo que ejecuta mediante una bestial transferencia de ingresos de la clase trabajadora al capital concentrado y ultrafinancierizado.
Así las cosas, el gobierno afirma que no hay plata para lxs jubilados y ofrece una recompensa para quienes aporten datos de manifestantes “violentos” que fueron a solidarizarse con lxs jubiladxs, anuncia una nueva toma de deuda con el Fondo al mismo tiempo que asegura que el país no va a endeudarse y promete que el acuerdo con el FMI no va a llevarnos a una nueva devaluación, cuando en el FMI no dejan de pedir como primera condición para firmar el acuerdo que haya una nueva devaluación.
Las novedades del caso Libra tampoco ayudan al gobierno. En una demanda conjunta radicada en Nueva York se lo acusa al presidente argentino como “participe necesario” de la estafa con criptominedas más grande de la historia a nivel mundial. En el flanco internacional, la cancelación del viaje a Israel le evitó a Milei una foto con Netanyahu luego de que rompiera el alto al fuego en la Franja de Gaza y asesinara, con el aval de Donald Trump, a más de cuatrocientos palestinxs. Aunque toda vez que puede reivindica las matanzas del gobierno genocida e infanticida de Israel, en esta ocasión sus asesores más cercanos llegaron a tiempo y contuvieron su verborragia.
Desde el “mercado” y el “círculo rojo” comienzan a tironearle a Milei de la misma alfombra que tiempo atrás le habían tendido para que llegara a la presidencia.
Inmediatamente después de la represión desembozada ordenada por Bullrich, elogiada públicamente por Milei y casi unánimemente repudiada por toda la sociedad, se retiraron en estampida los bonos en pesos creados por Caputo para que los timberos de la city ganasen fortunas. Así, el viernes 14 el Estado perdió en una sola bola de ruleta 474 millones de dólares por la estampida de canjes de los Bopreal (“Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre”, o fichas para la timba financiera). Al cabo que en la última semana el manotazo de reservas en dólares del Banco Central para frenar una corrida que viene apurando el trote redundó en una pérdida de 1200 millones en divisa estadounidense. Todo esto presiona a favor de una salida en bandada de las inversiones en pesos, a favor de la devaluación que pide el Fondo y que ya va cobrando forma y en contra, claro está, de los ingresos de las grandes mayorías, que pronto veremos pulverizados nuestros ingresos, los que así como están, semana a semana alcanzan menos.
La debilidad que atraviesa el gobierno nacional genera chispazos cada vez más fuertes a su interior y entre el oficialismo y sus aliados en el parlamento, que se vieron sin disimulo en la trifulca a las piñas que se generó con los debates de diputados en torno a la conformación de la comisión investigadora por la criptoestafa y por la normalización de la comisión de juicio político al presidente, mientras afuera del Congreso volaban las balas de goma y los gases contra lxs manifestantes.
No obstante, esta última semana hubo una mayor calma también dentro del parlamento, en la sesión que trató el DNU para que el ejecutivo cerrara a discreción un nuevo acuerdo con el FMI. Sin sobrarle un solo voto y con la inestimable ayuda de “opoaliados” como Pichetto y Randazzo, que alardearon indignación republicana y avalaron el desconocido acuerdo con su voto a favor o su abstención, con la lealtad comprada de los tres legisladores tucumanos “con peluca” que responden al gobernador Jaldo, Agustín Fernández, Gladys Medina y Elia Fernández de Mansilla (que llegaron a sus bancas con las boletas de Unión por la Patria) y con faltazos de diputados enrolados en UxP y en el ala “democrática” de la UCR, el ejecutivo quedó blindado para entregarnos de nuevo al Fondo.
El gobierno celebra el blindaje que le otorgó Diputados para acordar con el FMI como si fuera una salvación. Los funcionarios de primera línea de este gobierno “anticasta”que fueron parte de los gobiernos del macrismo y de la Alianza, Toto Caputo, Sturzenegger y Bullrich, deberían tal vez moderar el entusiasmo oficialista. Al acuerdo con el FMI firmado en 2018, que representó el mayor préstamo (y la mayor fuga de capitales) que otorgó el organismo en toda su historia, le sobrevevino la masiva protesta contra la reforma previsional y el principio del fin del gobierno macrista. El Blindaje de 2001 celebrado por De la Rúa y diseñado por Sturzenegger fue el preludio de un final anticipado.
Que se vayan todos, sí. O todos los responsables y cómplices de esta destrucción de la Patria, que según el cipayo que hoy ocupa la presidencia fue fundada por un tal Juan José de San Martín y que según uno de sus asesores más cercanos “lo que tiene de malo Argentina es que está llena de argentinos”. Que se vayan todos los responsables de profundizar hoy la miseria planificada por Martinez de Hoz en la última dictadura cívico-militar.
Pero para que se vayan habrá que sacarlos. Y para sacarlos y que no vuelvan Nunca Más habrá que aprender de la historia reciente. La etapa que se abrió con la rebelión popular del 19 y 20 de diciembre de 2001 y se cerró con el triunfo de Milei en el ballotage de 2023 nos exige superar las limitaciones políticas e ideológicas de las experiencias de gobiernos progresistas o nacionalistas-populares, que permitieron que se legitimara en nuestra sociedad una ultraderecha neofascista, ultraliberal y abiertamente apologista de la última dictadura genocida. Para ello debemos superar una profunda crisis de alternativa transformando en una práctica política cotidiana, en cada frente de masas, las consignas de construcción de poder popular y profundización de la lucha de ideas.
El reciente viaje a Cuba de una delegación del PCA, en el que se rubricaron una serie de acuerdos bilateres de gran importancia entre el Partido Comunista de Cuba y el Partido Comunista de la Argentina, nos impulsa en esa dirección. El histórico encuentro en La Habana entre el secretario general del PCA, Jorge Kreyness, y el secretario general del PCC y presidente de la República Socialista de Cuba, Miguel Díaz-Canel nos nutre de la experiencia revolucionaria cubana que alumbra las luchas por la Segunda y Definitiva Independencia de Nuestra América y es ejemplo de humanismo y dignidad en todo el mundo.
Con el legado de Fidel y el legado de lxs 30 mil en marcha, este 24 de marzo lxs comunistas argentinos vamos a reafirmar junto al pueblo unido, en todas las plazas del país, nuestro compromiso revolucionario por una Patria Liberada de la explotación y la alineación capitalistas, nuestro compromiso por una Patria Socialista.