En una emotiva jornada realizada en el Suteba de San Martín, La Violeta Docente rindió homenaje a Alba Silberstein y Alejandra González, ambas integrantes de esa agrupación y del Partido Comunista que fallecieron durante este año.
Un plenario de La Violeta llevado a cabo en la sede de Suteba San Martín, resultó el momento propicio para que la docencia comunista rindiera homenaje a dos de sus imprescindibles que recientemente partieron. Se trata de Alba Silberstein y Alejandra González, ambas integrantes de la agrupación docente y del Partido Comunista que fallecieron durante este año y que fueron recordadas por sus camaradas en ese espacio que les pertenecía: el de la lucha por la educación pública como herramienta de emancipación.
Y el contexto fue el apropiado, ya que se hicieron presentes integrantes de la agrupación, provenientes de otras localidades que junto a las de San Martín protagonizaron un momento en el que se recreó “la camaradería y la mística” que tal como puntualizó la secretaria de Género y Diversidad del Suteba local, Celeste Sibilia, “siempre caracterizó a Alba y Alejandra”. También dijeron presente la secretaria de Igualdad de Género y Diversidad del Suteba Tres de Febrero y su par de Derechos Humanos Mabel Tubio, como asimismo Lorena Petrucci, Mabel Hick y Eugenia Otazo que forman parte del Secretariado del sindicato docente en San Martín.
Celeste Sibiglia no dudó en recalcar que “fue un encuentro súper necesario y muy enriquecedor”, ya que “pudimos poner en cuerpo y palabra las luchas y maneras en que quienes militamos en La Violeta entendemos a la educación”. Y entonces, los recuerdos de Alejandra y Alba se mezclaron con el debate y la reflexión sobre los pasos a seguir para enarbolar y defender banderas que les eran propias como educación pública, la ESI y los Derechos Humanos, por lo que no sorprendió que entre quienes se dieron cita estuviera Iris Pereyra de Avellaneda.
Es que defender aquellas banderas es, tal como lo sostiene Celeste Sibiglia, hacerlo con “cada una de las personas que trabajamos dentro de las instituciones educativas, porque nuestra agrupación no sólo se forma de personal docente, sino también de no docentes porque entendemos al ámbito educativo como un lugar de lucha donde los trabajadores, codo a codo, pujamos para una educación emancipatoria”.
Por eso la jornada se convirtió en un espacio de debate con una actividad relacionada a la ESI y sobre lo que ahora mismo pasa en las universidades donde docentes y no docentes, junto a los estudiantes, le ponen el pecho a las políticas de Milei. Y ahí estuvo Lucas Alfieri, el hijo a quien, con orgullo, Alba pudo ver convertirse en periodista y que hoy es parte de esa lucha como integrante del MUI y vicepresidente del Centro de Estudiantes de la Universidad Nacional de San Martín.
También estuvo el compañero de vida de Alejandra, Néstor Barallobres, quien habló sobre un reconocimiento que recientemente sus alumnos le hicieron en una escuela terciaria donde trabajó. Y llevó al Suteba San Martín una bandera que, recordó Celeste Sibiglia, “fue pintada hace mucho tiempo en una jornada con gente muy querida, entre ellos Alba y Alejandra… una bandera que pensábamos perdida”, por lo que “fue un momento muy mágico reencontrarnos con esa bandera que nos envuelve en un legado”.
Y, en medio de ese clima, se construyó “una jornada hermosa… de mucha ternura como decía el Che con eso de ‘luchar sin que se pierda la ternura’, y en eso estamos… con la idea de avanzar y seguir por estos caminos de la educación pública y la emancipación como herramienta, que son los caminos de Alba y Alejandra”. Porque ellas siempre estuvieron donde tenían que estar: en las aulas y en la calle… luchando. Y por eso continúan estando ahí, presentes… ahora y siempre.