“El estudiantazo demostró que es desde abajo la construcción” porque “no podemos esperar que sean sólo los dirigentes quienes tomen las decisiones…es el conjunto de la comunidad quien debe hacerlo, generando las condiciones y apostando a la movilización desde la base” dijo desde el MUI de la Universidad de La Plata, Camila Recofsky.
“Nos resta el gran desafío de poder, efectivamente, generar condiciones que nos permitan profundizar el conflicto pensando en el año lectivo 2025”, sostuvo Camila Recofsky, quien estudia Ciencias de la Educación en la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de La Plata (Unlp) y milita en el MUI, a la hora de reflexionar en qué lugar se encuentra el conflicto abierto a raíz del ataque que la Presidencia Milei perpetra contra el sistema educativo público, universal y gratuito y particularmente contra las universidades.
Lo cierto es que después de más de tres semanas de mucha intensidad en las que la resistencia al veto a la Ley de Financiamiento motorizó la toma de facultades, marchas y otro tipo de actividades de visibilización, con el ciclo lectivo en su tramo final, alumnos, docentes y no docentes tienen ante sí el desafío de sostener el estado de movilización para lo que resta del año y de cara a un 2025 en el que, tal como lo anticipa el Proyecto de Presupuesto enviado al Congreso por Javier Milei, la cosa pinta para peor.
¿Con este telón de fondo, “se viene planteando el 22 de noviembre como una fecha posible para generar un evento que nos convoque en torno a la conmemoración de la gratuidad universitaria”, refirió Camila tras lo que informó que se está trabajando en eso con mucho ímpetu en los diferentes frentes universitarios de provincia de Buenos Aires “construyendo diferentes instancias de cara a esa fecha”.
Pero también en este contexto, desde ayer y hasta mañana viernes, el la Unlp se llevan adelante elecciones para renovar autoridades de centros de estudiantes y de claustros, “por lo que es una semana muy importante para ver cómo se reordenan las fuerzas a partir de este proceso electoral y qué impacto puede haber tendido el manejo que cada conducción de los centros hizo a lo largo del conflicto”, por lo que “es una semana de mucha definición, sobre todo, pensando en cómo vamos a seguir”.
Así las cosas, tras hacer hincapié en que “tenemos el desafío de poder continuar y profundizar el reclamo”, insistió en que el veto presidencial a la Ley de Financiamiento “despertó a un movimiento estudiantil, lo que nos puso al frente de los procesos de toma de las facultades y rectorados”, por lo que “ahora debemos poder generar que ese movimiento se transforme en fuerza organizada que nos permita plantarnos durante lo que resta del año y de cara a 2025”.
Y, en este sentido, remarcó que esto va a ser clave para enfrentar lo que intenta imponer el Proyecto de Presupuesto 2025 y también “pensando en las Legislativas en las que debemos ser contundentes como movimiento estudiantil y desde la comunidad universitaria en general” ya que “la mayoría de los representantes que tenemos en el Congreso no están cuidando a nuestro sector”.
Si prospera el Proyecto de Presupuesto presentado por Milei, Educación y Cultura, así como Ciencia, Tecnología e Innovación son algunas de las áreas más perjudicadas en términos reales, pero la situación no es muy diferente a la del resto con excepción de Defensa y Seguridad Interior cuyas partidas se prevé incrementar por encima del noventa por ciento.
En este marco, la lucha de los estudiantes y el resto de la comunidad universitaria, tuvo hitos relevantes como las dos Marchas Federales. Junto a los trabajadores jubilados y los movimientos sociales, la comunidad universitaria se exhibe como uno de los espacios de resistencia más contundentes a las políticas implementadas por la Presidencia Mieli. Pero todavía falta un centro que sea capaz de articular esas y otras luchas que se manifiestan en un universo demasiado atomizado, en el que desde abajo crece la demanda de que sean las centrales de trabajadores las que se planten con un plan de lucha que haga las veces de cortafuegos contra el Proyecto de Presupuesto.
“El planteo que hemos podido ir construyendo a lo largo de todo el año es ese”, destaca Camila Recofsky y resalta que “si bien cada lucha tiene sus particularidades, hay una que es general que tiene que ver con la necesidad de no darle ni un minuto de tregua a Milei, lo que es una mirada que hay que seguir fortaleciendo en mayores demostraciones de unidad y con una agenda concreta”.
Al respecto, recordó que para el 5 de diciembre está prevista la Marcha contra del Hambre, “que también va a ser una expresión de unidad de todos los sectores que venimos intentando ponerle un freno al gobierno” pero insistió con que se vuelve preciso “poder generar una agenda de lucha más unificada que tome las particularidades de cada sector, pero que nos ponga de cara a la sociedad en su conjunto, de cara al pueblo, planteando que en definitiva este modelo de país que nos impone el gobierno nacional es con muy pocos adentro y eso se debe ver reflejado en esta agenda de lucha que hay que poder repensar”.
Ya que, finalizó recalcando, “lo que demostró el estudiantazo es que sigue siendo desde abajo y hacia arriba la construcción” porque “no podemos esperar que sean sólo los dirigentes quienes tomen las decisiones, sino que es el conjunto de la comunidad quien debe hacerlo generando las condiciones, apostando a la movilización desde la base”.