En Tucumán, la Cámara Federal de Casación Penal consideró como “victimas” a cuatro empresarios del ingenio La Fronterita, acusados con pruebas de su complicidad civil con la dictadura.
“Los poderes del Estado hacen la vista gorda con la complicidad civil de la dictadura”, aseveró el dirigente del Partido Comunista de Tucumán, Juan Petu Palacios”, al referirse a la decisión de la Cámara Federal de Casación Penal de considerar como “victimas” a cuatro empresarios acusados, con pruebas, de haber sido cómplices de delitos perpetrados por la Dictadura.
Se trata de Jorge Alberto Figueroa Minetti, Eduardo Butori, Alfredo José Martínez Minetti y Fernando Cornú De Olmos, quienes eran integrantes del Consejo Directivo del ingenio.
Al respecto, organismos de Derechos Humanos exigieron que esa Cámara revierta la falta de mérito que, en primera instancia y en la etapa de apelaciones, recibieron cuatro empresarios del ingenio azucarero La Fronterita.
Se trata de individuos involucrados en el secuestro de trabajadores de esa compañía, que fueron encarcelados ilegalmente, en un centro clandestino de detención que en sus instalaciones durante la última dictadura cívico-militar. Algunos de estos operarios continúan desaparecidos.
La Fiscalía exigió la indagatoria y detención de los empresarios por considerarlos cómplices de los crímenes.
El 7 de julio, la Cámara Federal de Apelaciones de Tucumán confirmó el fallo del juez de primera instancia Daniel Bejas, quien consideró que Figueroa Minetti, Butori, Martínez Minetti y Cornú De Olmos habían sido víctimas de la represión como los trabajadores secuestrados y desaparecidos.
Por eso les dictó la falta de mérito “tergiversando las pruebas y los testimonios de los sobrevivientes y los familiares de desaparecidos”, de acuerdo a lo que denuncian las organizaciones.
Dentro del centro clandestino de detención que funcionaba ingenio La Fronterita, pasaron todas las víctimas que contempla la causa penal abierta.
De la investigación fiscal surge que, entre 1975 y 1977, al menos 68 personas que trabajaban en el Ingenio o que vivían en sus colonias, pasaron por ese centro clandestino.
La sombra de Bussi
“La derecha en Tucumán no te deja respirar”, lamentó Palacios y recalcó que “todo el tiempo hacen algo nuevo en contra de los Derechos Humanos”, tras lo que recordó que “los de los ingenios azucararos, al igual gran parte del empresariado tucumano, fue cómplice las dictaduras en Argentina”.
Asimismo, dejó en claro que “es sabido que el genocida Juan Antonio Bussi, cuando era gobernador, reclutó a varios empresarios para que aporten a los planes de la última dictadura y antes de eso también, como lo hizo durante el Operativo Independencia”.
Después fue claro cuando hizo hincapié en que “algunos empresarios fueron cómplices, ponían plata para la dictadura, y Bussi les permitía hacer lo que quisieran, fundamentalmente, dentro de los ingenios”.
Y recordó que, “muchos de estos empresarios, después conformaron el Partido Fuerza Republicana con el que el genocida Bussi se convirtió en gobernador”.