Lo dispuso el Consejo Superior de la Universidad Nacional del Sur para honrar la memoria del militante del Partido Comunista asesinado el 3 de abril de 1975.
El miércoles 7 de julio el Consejo Superior de la Universidad Nacional del Sur aprobó la iniciativa que promovió la Comisión por el Reconocimiento Académico a David Watu Cilleruelo, que propone que se esa universidad otorgue el título Doctor Honoris Causa al militante del Partido Comunista asesinado el 3 de abril de 1975.
Cabe citar que el pedido fue acompañado por centenares de firmas representativas de diversos sectores académicos y variadas identidades políticas, sindicales y sociales.
Lo resuelto por la UNS, señala que se da curso al pedido “como acto reivindicatorio de la militancia política universitaria y acto reparador del rol institucional cumplido, antes, durante y después de la persecución y asesinato del mencionado y sus compañeros, ya sean estudiantes, docentes, investigadores o no docentes”.
El proyecto original planteaba que se otorgue a WATU el título de ingeniero industrial que era la carrera que estudiaba hasta el día en que fue acribillado por una patota de la Triple A que entró a la UNS de la mano del entonces interventor Remus Tetu.
Pero la Universidad carece de un marco reglamentario acorde a ese pedido, por lo que buscó otra herramienta para reivindicar a Cilleruelo.
“Para quienes la impulsamos, lo fundamental queda en pie: que la UNS salde una deuda, reconociendo que en sus pasillos, por orden de sus propias autoridades y a manos de su propio personal, se asesinó a un estudiante, a un militante y a un futuro profesional”, recalcó la Comisión.
Por otra parte, el Consejo Superior aprobó que se reconozca a otras víctimas de la comunidad universitaria que hayan sufrido persecución, amenazas y represalias por parte del terrorismo de Estado.
La Comisión hizo hincapié en que “este proceso de construcción por el reconocimiento a WATU fue una tarea colectiva de un grupo de compañeros y compañeras militantes que no han cesado en la búsqueda de justicia a lo largo de décadas y refrendada por centenares de adhesiones de miembros de la comunidad académica del país y el exterior, referentes y militantes por los derechos humanos, organizaciones sindicales y políticas”.
Y que “en este recorrido, el proyecto también fue enriquecido con el aporte de quienes entendieron la relevancia de la iniciativa”, por lo que “lo aprobado abre la posibilidad para seguir construyendo acciones reparadoras para las víctimas y la institucionalización de este proceso en la Universidad”.