Como durante El Villazo y en los años del menemato, los trabajadores del metal resisten y luchan con un paro por tiempo indeterminado en una localidad que es emblemática. “La salida siempre fue la unidad, el pueblo tiene experiencia y la estamos construyendo”, sostuvo desde la CoNaT villense, Matías Pereyra.
La Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (Adimra) es la cámara que agrupa a las patronales metalúrgicas y acaba de informar que durante el primer bimestre, la actividad del sector se derrumbó un 13,8 por ciento, algo que sólo se puede comparar con lo que pasó durante el peor tramo de la pandemia.
Los datos que suministra el relevamiento que hizo Adimra, dan cuenta de que durante enero, el uso de la capacidad instalada se ubicó apenas en el 44,7 por ciento y al mes siguiente empeoró para colocarse diez puntos por debajo del promedio que este índice dejó en 2023. Por eso es que en tal contexto, las expectativas que tienen las empresas del sector metalúrgico no son las mejores: el cuarenta por ciento cree que durante el presente año las cosas van a ir peor y que, por lo tanto, tendrán que disminuir la producción, en tanto que menos de un cuarto de los consultados avizora un panorama positivo.
Y con este telón de fondo, ya son ocho mil los trabajadores metalúrgicos que fueron despedidos desde que comenzó la Presidencia Milei, por lo que a nadie puede sorprender la situación que desde hace varios días tiene su epicentro en las principales zonas industriales del país, entre ellas, Villa Constitución donde aparecen en el ojo del huracán Acindar, que es una empresa del grupo Techint, y sus empresas contratistas.
Así las cosas, el jueves que viene se va a realizar en Villa Constitución la segunda Marcha por la Dignidad que fue convocada por la UOM y, desde ese mismo momento, la seccional local va a comenzar un paro por tiempo indeterminado que responde a la “intransigencia de los directivos de la empresa, que cínicamente sigue los dictámenes de Techint y mantiene a los siderúrgicos con el sueldo de noviembre”, algo que provoca una dilación de las negociaciones “sin perspectivas de resolución sobre los valores de la inflación”.
La seccional local de la UOM denunció que, además, Acindar les descontó a los operarios los días posteriores al temporal que a principios de marzo impidió que existieran condiciones seguras para que se puedan desempeñar. Y advirtió que durante las negociaciones que se vienen realizando, la empresa sólo ofreció pagar un nuevo adelanto pero a condición de avanzar en despidos masivos, suspensiones a la baja y reestructuraciones forzadas.
“Tenemos muchas esperanzas en el nuevo Presidente”, dijo un exultante Paolo Rocca, en un encuentro celebrado recientemente en Houston, en el que ante empresarios de la industria petrolera estadounidense, el CEO del Grupo Techint aseveró el programa económico del actual gobierno es “lo que Argentina necesita”.
Los aportes de este holding con sede formal en la cloaca fiscal de Luxemburgo, fueron clave en la confección del DNU 70/2023 y el proyecto de Ley Ómnibus que ahora devino en “Ley Bases 2” que, entre otras cosas, coinciden en fomentar la desindustrialización del país, así como a imponer al precariado como la forma vincular entre los universos del trabajo y el capital.
El Villazo y sus enseñanzas
Lo cierto es que la situación que hace eclosión con la puesta en marcha de un plan de lucha que tiene en su centro al paro por tiempo indeterminado, viene de arrastre en Acindar con decisiones adoptadas por la patronal que, entre otras, incluye a la vinculada a la paralización parcial de la planta que afecta principalmente a la acería donde se abrió un registro de retiros voluntarios.
“Prácticamente a partir de principios de año, la dirigencia de Acindar comunicaba que pasaban a producir menos de 750 toneladas cuando lo común es producir más de novecientas, la producción caía a un cuarenta por ciento y hasta que se inicia esta medida de fuerza, estaban produciendo 720”, sostuvo desde la Corriente Nacional Agustín Tosco de Villa Constitución, Matías Pereyra, y añadió que por eso la empresa “tomó terribles medidas con los trabajadores, como suspensiones rotativas, retiros voluntarios, dejar contratos que tenían vigencia y menos trabajo para las cooperativas”.
Todo esto provocó una situación que Pereyra describió como “crecientemente compleja” en la que de forma creciente, los trabajadores vienen decidiendo en asamblea la adopción de diferentes medidas, entre las que estuvo la protesta que protagonizó la UOM villense en la autopista Buenos Aires-Rosario, en las inmediaciones del predio donde se realizaba Expoagro.
En este punto cabe recalcar que Acindar viene de dos balances superavitarios, lo que deja en claro que el ajuste que está perpetrando no responde a una necesidad financiera de la empresa. Y tampoco le va tan mal a Techint: de acuerdo a la revista Forbes, Paolo Rocca duplicó su patrimonio durante 2023, año en el que vaya de paso decirlo, al pueblo argentino le fue bastante mal, pero nada de esto afectó al Grupo ni a su CEO cuya fortuna subió a 5.600 millones del dólares, lo que según esta publicación representó duplicar su riqueza.
“Algunos históricos referentes sindicales recuerdan la similitud que tiene esto con la de los años 90”, puntualizó Pereyra y denunció que “con el superávit que ha tenido, tranquilamente Acindar pudo tomar otro tipo de medidas, pero se vino preparando para hacer lo que está haciendo ahora, a tal punto que cuentan los compañeros que antes del conflicto vaciaron los galpones donde tenían un montón de producción, para trasladarla a otro lado” por lo que “si se decide cortar el ingreso a la planta, esto no la afectaría porque la patronal ya sacó la producción y se la llevó lejos de aquí”.
Y, en este sentido, alertó que la empresa busca reestructurarse, lo que implica “dejar de hacer inversiones adentro de Acindar y despedir trabajadores, tal como lo hizo durante los 90, para que una vez superada esa etapa, pueda alcanzar niveles de producción terribles pero con menos operarios”.
¿Pero cuál es el impacto social que tiene lo que decida esta empresa para la comunidad de Villa Constitución? “Entre planta, contratistas y cooperativas Acindar tiene cuatro mil personas trabajando y Villa Constitución es una ciudad que no llega a los cincuenta mil habitantes”, recordó el representante de la CoNaT y añadió que por eso “la ciudad se encuentra atravesada por Acindar en todo sentido”.
Esto hace que haya mucha relación directa entre lo que pasa en la vida social y económica local con lo que pasa en Acindar, por lo que “acá se dice que si Acindar estornuda, la ciudad se resfría” y por eso “estamos en una situación muy complicada que ya se está comenzando a ver en la ciudad, sobre todo en el comercio”.
Con este telón de fondo, Pereyra recalcó que su ciudad “tiene un hito histórico que es el Villazo, que es algo que nos tiene que seguir enseñando”, ya que “fue la síntesis de la unidad de la clase trabajadora y el pueblo, y esta síntesis no salió espontáneamente sino que se fue construyendo”. De ahí que sin dudarlo, sostuvo que “este es el camino que se debe tomar en Villa, donde está convocada una intersindical que es como la multisectorial y que hay que seguir consolidando, porque sabemos que la unidad de los trabajadores y el pueblo es la única salida ante semejante embate del neoliberalismo y de una empresa totalmente monopólica que cada vez que ha podido dejó en claro sus intenciones de tener más ganancia a costa de los trabajadores”.
Y, entonces, “la salida siempre ha sido la unidad y esto es algo en lo que el pueblo tiene experiencia, pero también es algo que estamos construyendo todos los días desde el sector docente, metalúrgico, los estatales y comerciantes, en las asambleas que se están realizando en las plazas”, ya que “aunque es un proceso muy complejo en el que estamos, no tenemos dudas de que este es el camino”.