A 57 años del discurso se Martin Luther King, miles de personas se congregaron este pasado viernes en las calles de Washington D.C. La consigna en común que más se vio y se replicó por todo EE.UU fue clara: “Si quieres un cambio, votá”
Las protestas contra el racismo y contra la brutalidad policial no cesan. A todo esto, el contexto coincide fuertemente para conmemorar el aniversario de la marcha en 1963 del líder y activista por los derechos civiles de los afroamericanos Martin Luther King Jr. (1929-1968), donde pronunció su famoso discurso "I have a dream" ("Tengo un sueño").
La manifestación se ha denominado "Quítanos la rodilla de encima", en referencia a George Floyd, un estadounidense negro que murió en mayo asfixiado por un oficial blanco en Minneapolis, lo que provocó los mayores disturbios en décadas.
Las protestas del movimiento contra el racismo en EE.UU. habían calmado, pero la indignación se reavivó el domingo cuando Jacob Blake recibió varios tiros, que probablemente lo dejen paralítico, cuando la policía intentó arrestarlo en la ciudad de Kenosha, en el estado de Wisconsin.
Familiares de Floyd, Blake y Breonna Taylor, una mujer negra de 26 años que murió en su propio apartamento por disparos de la policía, participaron como oradores, visiblemente emocionados, ante un mar de personas que coreaba los nombres de las víctimas una y otra vez.
Vale mencionar, que al igual que lo hizo su padre hace 57 años, el hijo de King, Martin Luther King III, se paró en las escaleras del monumento a Abraham Lincoln ante las multitudes que se encontraban el estanque reflectante.
King III pidió a los estadounidenses que sigan peleando contra la inequidad entre los blancos y los negros, y que voten, cueste lo que cueste, para derrotar a Donald Trump en las elecciones de noviembre. "Estamos marchando para sobreponernos a lo que mi padre llamó el triple mal de la pobreza, el racismo y la violencia", dijo.
También, el basquetbol de la NBA, el futbol de la MLS y el beisbol de MLB, suspendió partidos para manifestar su rechazo al racismo prevaleciente que en esta ocasión se desató tras la cruenta agresión sufrida por Jacob Blake.
Fueron jugadores de la NBA (National Basketball Association) los que inicialmente expresaron su enojo y contando col en apoyo de sus clubes anunciaron la cancelación de juegos hasta que la propia NBA oficializó la suspensión de toda la jornada de Playoffs del miércoles. El parate fue por tres días y luego retomaron la actividad, pero no se descartó volver a tomar las mismas medidas si los actos racistas continúan.
Sin embargo, la tensión política se agudiza entre los que se manifiestan contra el racismo, Trump y sus políticas, y los conservadores que apoyan el mandato del presidente. Una caravana de simpatizantes del presidente Donald Trump se enfrentó anoche con una nueva protesta antirracista en Portland, Oregon, en un nuevo episodio de caos y violencia que terminó con un muerto, informó hoy la Policía, el tercero esta semana por la escalada que atraviesa el país.
Los simpatizantes del mandatario respondieron a llamados de la campaña de Trump y organizaciones que él apoya para recuperar el control de las ciudades del país, especialmente en ciudades como Portland donde las autoridades han decidido no llamar a la Guardia Nacional y militarizar por completo las calles para prohibir totalmente las protestas.
En este sentido, Trump calificó como “anarquistas”, a quienes despliegan las protestas anti racistas, por lo que también acusó a su contrincante electoral en noviembre Joe Biden, de ser uno de los incitadores de los conflictos. A su vez, aseguró que los protestantes anti racistas “están siendo protegidos por la izquierda radical demócrata”.